Proverbios 29.18 Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es bienaventurado.
Es importante tener sueños y visiones para nuestras vidas. Nos atrofiamos sin algo que anhelar. Dios nos ha creado para tener metas. Tenemos que mirar mas allá de donde estamos.
Nuestros sueños y visiones son esperanza de un porvenir mejor. Cuando Dios siembra la semilla de algo en nuestro corazón, en ese momento es una posibilidad, pero no es una realidad todavía. Esa semilla tiene que ser cuidada correctamente.
Con frecuencia, el Señor quiere colocar una semilla en nuestro corazón, pero no creemos que El realmente desee lo que entendemos. Tenemos que recordar que no podemos quedar embarazados con un sueno o una visión, si no somos capaces de concebir. En la práctica, esto se refiere a nuestros pensamientos.
Tenemos que creer que es posible. Tenemos que concebirlo en nuestros pensamientos. Si concebimos, todavía es necesario el proceso del embarazo. Todavía hay planificación y preparación antes del nacimiento. Satanás hará todo lo que pueda para hacernos abortar nuestros sueños y nuestras visiones.
Dios tiene una visión para tu vida, y desea sembrarla en tu corazón. No tengas un “aborto espiritual”. Da lugar a todo lo que Dios ha colocado dentro de ti.
Di esto creyendo con todo tu corazón:
“No renunciare a los sueños y a las visiones que Dios ha colocado en mi corazón. Estoy decidido a llevarlos a cabo”.
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